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Si todos los significados de la vida se debieran expresar de manera adecuada sólo con palabras no podría existir la pintura ni la música. Así como a veces no encontramos las palabras para expresar lo que sentimos con una canción o una obra de arte que nos encanta. De igual manera funciona nuestro cerebro en relación al aprendizaje de un nuevo lenguaje. La música, el juego y la literatura se necesitan entre sí para lograr que un idioma se aprenda de una manera entretenida y efectiva.
Desde niña y, aún después de vivir fuera de Colombia hace ya 11 años, nunca he podido estar lejos de la música. Me gusta tenerla a la mano y de todos los géneros, en diversos idiomas y ritmos. Uno siente cómo un vallenato cuenta historias distintas de las que narra el fado, el tango, una salsa, un merengue o un rock. Tal vez sea por un tema cultural, pero en mi país hay muchas cosas que se dicen cantando o bailando, ese sublenguaje que también nos permite identificarnos es algo lindísimo. Alguna vez una amiga que visitaba Cartagena por primera vez me dijo que le había impactado mucho observar en el muelle a un joven cargando unas cajas a un barco, porque a pesar de que se veía un gran peso en sus hombros, él iba bailando y cantando como si estuviera en una fiesta. Ese es el espíritu de alguien que sabe disfrutar la verdadera sencillez y la gran riqueza que tiene la música.
Aprender una segunda lengua en un mundo globalizado como en el que vivimos, les enseña a nuestros hijos a ser tolerantes, a verse en el otro como un igual y, más importante aún, a respetar la diversidad.
Cuando nació mi primer hijo, experimenté como para él aprender la lengua materna se dio en una comunión permanente con las palabras, ruidos, música y maneras tan propias de hablar de mi esposo en inglés y la mia en español. Los niños nos escuchan e imitan muy bien cada cosa que decimos. Además, se dan el lujo de trocar algunas palabras, de modificarlas y hasta enseñarnos a nosotros un nuevo lenguaje que nos gusta escuchar y adoptar.
El simple hecho de transmitirles a los niños una lengua nativa, sea la que sea, no es más que un acto de amor. Muchos padres que también han concebido a sus hijos en situaciones y países diversos, han confirmado a través de estudios que les han enseñando a sus hijos su lengua materna porque les ayuda a trascender y a hacer una extensión de su hogar a donde quiera que vayan.
No es nada nuevo decir que el Español es uno de los idiomas más ricos que existen y esta visto como una lengua de comunicación internacional. Por algo es la segunda lengua en el mundo por numero de hablantes y también la segunda mas hablada . Según un estudio de el Instituto Cervantes -“El Español una lengua viva. Informe 2012”:en 2030, el 7,5% de la población mundial será hispanohablante (un total de 535 millones de personas), porcentaje que destaca por encima del ruso ( 2,2%), del francés (1,4%) y del alemán (1,2%). Para entonces, solo el chino superará al español como grupo de hablantes de dominio nativo. –
Hablar Español hoy en día es imperativo y además, es una delicia. Se trata de decir las cosas con ganas, a veces con volumen alto, a veces de una mas manera dulce y pausada y con muchos sustantivos y adjetivos en miniatura, como nos gusta hablar en la mayoría de nuestros países latino americanos. Por ejemplo, a mi hijo de tres años, yo le pregunto si quiere juguito, o le pido que trate a su hermanita con cuidado y que me deje calentarle las manitos cuando hace frío.
Spanish and Me
Y fue asi como la idea de empezar a dar clases de español se fue transformando de un estilo de vida diario con mis hijos a una clase hecha realidad enfocada a niños y padres que les guste nuestro idioma y que además, tengan la motivación para estarse actualizando continuamente. A partir de febrero de este año partimos con Spanish and Me, un mundo en el que el juego y el lenguaje se hacen música para los niños a través de experiencias sensoriales, lúdicas y artísticas donde nuestros alumnos son los protagonistas y el Español es un ser maravilloso que nos enseña siempre algo nuevo.
Hasta ahora estamos empezando a recorrer el camino y a sembrar la semilla de querer y valorar primero nuestro idioma. Es clave que nuestros mamas y papas lleguen con sus niños a nuestras clases convencidos que el aprendizaje del español es un recorrido mutuo en el cual es importante que ellos estén involucradas desde el primer día.
Aunque muchas mamas piensan que sus bebes recién nacidos son muy pequeños para aprender un nuevo idioma a través de la música, se sorprenderían de saber que algunas áreas del cerebro se activan al escuchar o tocar algún instrumento ayudando al procesamiento del lenguaje de una manera increíble. Después de todo, por eso es tan importante cantarles a nuestros bebes. Y no importa si somos unas mamas desafinadas. De ser así, nos podemos poner como un reto personal mejorar nuestro tono al momento de cantarles, pero siempre nuestros hijos estarán fascinados de escuchar todo lo que les queramos decir cantando.
Para los padres que no suelen ser muy comunicativos en ese sentido o que no conocen canciones infantiles los invito a crear e inventar nuevas, relacionadas con situaciones diarias, pidiéndoles que coman, o que guarden sus juguetes. Verán a lo largo del tiempo como sus hijos reaccionan positivamente a este estímulo y también irán absorbiendo y registrando en su cerebro un centenar de palabras.
Cantar al igual que leer alguna historia a diario, les ayuda a los niños a estimular y gozar de lo ricas que son nuestras estructuras gramaticales, les desarrolla su oído y afinación y lo más importante, les ayuda a comunicarse con nosotros. La voz consigue generar en el ser humano un sin número de emociones, sentimientos y sensaciones como todos sabemos. Bien lo dijo recientemente Daniel Day-Lewis, el protagonista de la nueva película Lincoln acerca de como crear la voz de este personaje fue clave para el desarrollo exitoso de su rol. El piensa que– la voz es la huella del alma-. No puedo estar más de acuerdo.
El poder que tienen las palabras y su manera de hacerlas realidad apenas las pronunciamos solo ocurre por primera vez durante la infancia. Como madres y padres hispanohablantes opino que deberíamos ser responsables y portadores de nuestras raíces abriendo esta ventana de oportunidades, enseñándoles nuestra lengua, nuestros valores y haciéndolos ciudadanos del mundo. Así, les podremos garantizar un mejor futuro, empezando desde ahora que son niños y que todavía tienen ese don especial de explorar, de darse a la fantasía y jugar.
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- El Español Se Aprende Con Música - marzo 22, 2013
Muy buen artículo, que en realidad estaba buscando información sobre el tema. Tengo la intención de incluir música en la vida de mi hija. Abrazos!